lunes, 16 de noviembre de 2015

"EL TIGRE DE RUZAFA"


Archivo Rafael Solaz

1930 Ca.- Manuel Martínez, popularmente conocido como "El Tigre de Ruzafa" por su temperamento luchador e indomable, decían de él sus seguidores "que todavía no ha nacido el toro que le haga temblar".

Y para certificar su bravura el cronista recurría a la Geografía, toda vez que en su muslo derecho se tendían todos los caminos vecinales de la provincia de Teruel, mientras que en el izquierdo se asemejan todas las carreteras que algún día se observarán en la de Castellón; y en su pecho "veredas, caminos y hasta puentecillos de los que están en proyecto en Extremadura". En la zona abdominal, se vislumbraba el proyecto tan deseado de autopista que uniría Valencia con Madrid.

Para resaltar tan significativo mapa nacional, "El Tigre de Ruzafa" tuvo que curtir su piel en las enfermerías de plazas de toros de España, Francia, Méjico, Venwezuela y "otras plazas de este mundo y del otro, o sea de Europa y América". De tal manera, que cuando el médico de un coso taurino exigía a sus ayudantes una mayor dotación de gasas, árnica y yodoformo, estos sabían de inmediato que la presencia en la plaza de Manolo Martínez, justificaba la petición. 

En  Valencia, quien quería al "Tigre de Ruzafa" como un hijo, no podía ser otro que Paco Serra, médico de la enfermería, evidenciado por las tantísimas veces que lo había visto nacer entre sus manos.

Su agradecida cualidad era la del valor siempre, al que se unían en muchas ocasiones muletazos de gloria entre música y aclamaciones, con volapiés memorables sobre el morrillo, orejas y rabo, portado a hombros desde la plaza hasta la puerta de su misma casa. 

Manuel Martínez Solaz quien tomó la alternativa en Madrid en 1924, no estuvo entre las "glorias del toreo", pero durante 24 años paseó su Ruzafa querida por las plazas de todo el mundo.

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